La incógnita es qué color se usará el año que viene… Aunque el color de este año ha provocado no pocas chanzas y alguna que otra protesta por parte de los aficionados más tradicionales, la primera impresión es que sus ventas funcionan a buen ritmo, al menos por lo que se percibe en la calle. Así, si hace cuatro años la segunda equipación fue verde oscura, hace tres fue roja y el año pasado naranja.