Pero hubo un tiempo en el que no solo no se exhibía el nombre del jugador en la camiseta, sino que ni tan siquiera se portaba número de dorsal, por lo que todos los jugadores de un mismo equipo llevaban una camiseta igual. No obstante, lejos de lucir la camiseta para intentar ser de esas que «gustan más en televisión», la estrella del partido «retrató» a la marca y dio la razón a los aficionados de la forma más inocente posible.