Los jugadores de la Real Sociedad y del Athletic emitieron un comunicado en el que denunciaban el secuestro como un ataque al Athletic y al entorno deportivo de Vizcaya, acusando a los secuestradores de no tener para vivir más que «la violencia y la extorsión. La siguiente temporada, la 2001-02 trajo consigo la alegría de un nuevo ascenso a la Segunda División de España, nuevamente con una plantilla llena de jugadores almerienses y de almeriensistas que a la postre pasarían a la historia de este club, ya que este ascenso supuso los cimientos de los años venideros.